El Futuro

El Futuro de la Gestión Humana en Venezuela
Por: Hildemaro Infante
Evaluando el momento coyuntural que vive Venezuela donde una cantidad significativa de empresas han cerrado, las oportunidades de empleo de calidad son menores  y la calidad de vida  se deteriora,  es de suma importancia para cualquier gerente, empresario o emprendedor conocer que las personas constituyen la principal diferencia, ya que de ellas depende que cualquier actividad sea llevada a cabo con éxito. Por ello la Gestión de Recursos Humanos es el aliado para apoyar la estrategia de cualquier organización y además de buscar, conseguir y mantener a los seres humanos que crearan su futuro, debe desempeñar nuevos roles que permitan vincular su actividad con la ética en el trabajo.
Es común en muchas organizaciones que se manejen consignas como “Primero es la Gente”, “Nuestro principal activo son las trabajadores”, pero cuando es necesario efectuar ajustes en la matriz de costo, las primeras alternativas que se consideran son las reducciones de personal  y  los gastos relacionados con las personas (adiestramiento,  beneficios, etc.), sin establecer con el debido cuidado, en muchas oportunidades, las implicaciones de estas medidas en la subsistencia del negocio y a futuro.
También es frecuente observar como las empresas se involucran en la aplicación de diversos modelos gerenciales (competencias, sistema balanceado de indicadores, calidad total, reingeniería, etc.)  Atendiendo a directrices externas de casas matrices, buscando mejoras en la productividad o solo por moda, por lo que en muchos casos no se hace un análisis real de las necesidades y en otros no se determina la pertinencia en su entorno.  Esto permite que los modelos se distorsionen al implementarse y se transformen en factores de exclusión de personas valiosas y comprometidas con las empresas. No en vano vemos con más frecuencia casos como los de ENROM y PARMALAT empresas que aplicaban algunos de estos modelos, con una plantilla de ejecutivos de alto nivel y que terminaron involucrados en escándalos financieros y éticos que arruinaron a sus corporaciones y que trascienden hasta hoy. Lo que permite concluir que los mejores talentos o los ejecutivos estrellas no siempre son garantía de éxito, sino una combinación exacta de personas que posean la proporción correcta de competencias, acordes con las necesidades del negocio.
Considerando la situación actual que vive el país, es necesario que la gestión humana además de dotar y mantener la correcta mezcla de las personas en las organizaciones, debe complementar su rol sirviendo como facilitador para que empleadores y trabajadores retomen su contrato ético de trabajo, permitiendo que sus relaciones sean determinadas por la transparencia en la comunicación, la confianza mutua y la coherencia entre los enunciados y la actuación. Esto permitiría que la gerencia se integre en sus roles de líderes y tutores (coach) de carrera para procurar el desarrollo interno de personas y la formación de equipos de trabajo sólidos. Y por el otro lado que los trabajadores desarrollen un espíritu crítico que les permita efectuar un análisis propio y consciente, en el cual identifiquen sus debilidades y fortalezas, no busquen culpables externos y asuman que un alto porcentaje de su situación actual es el resultado de sus actos y de la forma como han implementado su plan de vida.

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