martes, 17 de junio de 2014

Gestión del Talento



La gestión del talento se refiere al proceso que desarrolla e incorpora nuevos integrantes a la fuerza laboral, y que además desarrolla y retiene a un recurso humano existente. La gestión del talento en este contexto, no refiere a la gestión del espectáculo. La Gestión del Talento busca básicamente destacar a aquellas personas con un alto potencial, entendido como talento, dentro de su puesto de trabajo. Además retener o incluso atraer a aquellas personas con talento será una prioridad. El término fue acuñado por David Watkins de Softscape publicado en un artículo en 1998. El proceso de atraer y de retener a colaboradores productivos, se ha tornado cada vez más competitivo entre las empresas y tiene además importancia estratégica de la que muchos creen. Se ha llegado a convertir en una "guerra por el talento" y aún más en una etapa donde la competencia entre empresas es muy dura. Por qué no ser el mejor si podemos serlo.

Gestión Humana

La Gestión Humana es el motor de cualquier estrategia corporativa, porque es el talento de las personas lo que hace posible que las organizaciones alcancen sus metas. Ahora bien, cuando una organización emprende una estrategia para ser más competitiva, los retos en esta materia son múltiples. 



El Rol de la Gestión Humana en las Organizaciones

En las organizaciones de hoy, el componente humano da vida al sistema laboral participando activamente en las decisiones estratégicas que orienten el logro de los objetivos y metas propuestas. Por tal razón, el hombre es un factor determinante dentro de la organización constituyendo el eje central de su dinamismo e innovación.
El rol de la gestión humana en las organizaciones debe corresponder a un compromiso de actitud, con el deseo de pertenecer y alinear sus objetivos de su unidad con los corporativos y de esta forma convertirse en socio estratégico de la operación, la polivalencia debe estar enmarcada en los roles y no en los cargos que desempeñe cada persona, y es así como un jefe de gestión de personal forma parte del grupo corporativo de la organización. Lo expuesto lleva a considerar que una adecuada gestión humana origina beneficios, según Druker (2002), desde el punto de vista de la entidad y de las personas: 

Desde el punto de vista de la entidad: es cuando se logra un clima organizacional propicio para que las personas, contribuyan y cooperen en el alcance de los objetivos institucionales. Esto a su vez, permite generar una cultura organizacional de conductas, creencias y valores centrados en la eficiencia, transparencia y calidad de servicio. 

Desde el punto de vista de las personas: a través de una adecuada gestión de Recursos Humanos las personas sienten una mayor satisfacción y bienestar y se motivan para mejorar su desempeño y rendimiento. Aceptan el reto de fijar y obtener metas dentro de las entidades y sienten orgullo por contribuir a la consecución de resultados. 
Dentro de este orden de ideas, la gestión humana debe orientar sus objetivos hacia la eficacia y la eficiencia coadyuvando a alcanzarlos y realizar su misión a través de la óptima aplicación de sus recursos humanos. En razón de esto, Hermida y Serra (1999) plantean que los objetivos a considerar para desarrollar mejores prácticas con los grupos de interés se encuentran: 

  • Crear, mantener y desarrollar un contingente de Recursos Humanos con habilidad y motivación para realizar los objetivos de la organización.
  • Desarrollar y saber emplear las competencias del Recursos Humanos para proporcionar eficiencia a la institución.
  • Generar un comportamiento ético y responsable por parte del Recursos Humanos independientemente de su jerarquía y posición.
  • Contribuir al mejoramiento y mantenimiento de las condiciones de trabajo.
Bajo este esquema, el nuevo Rol de la Gestión Humana es dinámico, proactivo y estrechamente vinculado al sistema y desarrollo organizacional. Este nuevo rol exige de ella un conocimiento y dominio de los objetivos y metas que la institución se plantea y de los obstáculos y limitaciones para lograrlos. 

Sin embargo, Chiavenato (2002) señala que la Gestión Humana debe enfocar su accionar hacia las estrategias que le permitan a las organizaciones lograr sus objetivos, lo que implica que sus miembros deben aprender a ser estratégicos y operacionales al mismo tiempo orientando sus actividades y funciones hacia el logro de la cooperación por parte del Recursos Humanos